Un Curso de Milagros nos dice que el mundo necesita que cumplamos nuestra función.
Dentro del tiempo, los obradores de milagros son necesarios.
Dentro del tiempo, todos tenemos una tarea especial.
Dentro del tiempo, los obradores de milagros son necesarios.
Dentro del tiempo, todos tenemos una tarea especial.
Y dentro del tiempo, nuestra experiencia del ahora, existen necesidades.
Sin importar lo que hagamos, donde nos encontremos en todo momento y lugar, en cada encuentro fugaz o constante, ofrezcamos a nuestros hermanos el perdón y manifestemos el amor en nuestra vida.
Perdonar es la única función que se puede tener aquí, y su propósito es llevarle la dicha que este mundo niega a cada aspecto del Hijo de Dios allí donde parecía reinar el pecado. T-26.VII.8:5
El perdón es el medio por el que el mundo sana junto con nosotros.
El perdón es nuestra única función aquí.
Posiblemente no interpretamos aun con confianza plena, que el perdón ofrece júbilo a cada rincón donde antes reinaba el pecado.
¿Y qué es el pecado sino la suma de todas las creencias que hemos alzado entre nuestro corazón y el de nuestro hermano?
El perdón entonces, disuelve todo aquello que nos separa porque nos recuerda que no somos extraños, que nuestro deseo es el de estar unidos.
Contempla a tu hermano con el deseo de verlo tan como es. Y no excluyas ninguna parte de él de tu deseo de que se cure. Curar es hacer íntegro... El perdón consiste en reconocer esto, y en alegrarnos de que no haya ninguna forma de enfermedad que el milagro no tenga el poder de curar. T-30.VI.8
La Voluntad de Dios alborea en aquellos cuyas manos están unidas.
Bendiciones,
patricia
Milagros en Red
Sin importar lo que hagamos, donde nos encontremos en todo momento y lugar, en cada encuentro fugaz o constante, ofrezcamos a nuestros hermanos el perdón y manifestemos el amor en nuestra vida.
Perdonar es la única función que se puede tener aquí, y su propósito es llevarle la dicha que este mundo niega a cada aspecto del Hijo de Dios allí donde parecía reinar el pecado. T-26.VII.8:5
El perdón es el medio por el que el mundo sana junto con nosotros.
El perdón es nuestra única función aquí.
Posiblemente no interpretamos aun con confianza plena, que el perdón ofrece júbilo a cada rincón donde antes reinaba el pecado.
¿Y qué es el pecado sino la suma de todas las creencias que hemos alzado entre nuestro corazón y el de nuestro hermano?
El perdón entonces, disuelve todo aquello que nos separa porque nos recuerda que no somos extraños, que nuestro deseo es el de estar unidos.
Contempla a tu hermano con el deseo de verlo tan como es. Y no excluyas ninguna parte de él de tu deseo de que se cure. Curar es hacer íntegro... El perdón consiste en reconocer esto, y en alegrarnos de que no haya ninguna forma de enfermedad que el milagro no tenga el poder de curar. T-30.VI.8
La Voluntad de Dios alborea en aquellos cuyas manos están unidas.
Bendiciones,
patricia
Milagros en Red