sábado, febrero 05, 2011

Todo Lo Que Veo

En términos del Curso, decir “todo lo que veo” es equivalente a “todo lo que pienso” porque nuestros ojos nos informan nada más que el reflejo de nuestros pensamientos. “La proyección da lugar a la percepción” (T-21.IN.1.1)

Todo lo visto y oído, todo lo pensado y callado, todo lo hecho y lo reprimido, todo desaparecerá sin dejar rastro cuando contemplemos todas las cosas con el mismo amor del Espíritu.

Cuando me permito sentir estas ideas e imaginarme como sería mi vida desde este lugar, claramente me doy cuenta cuán benéfico es sostener la práctica del perdón. Esto es así ya que, tal como señala el Dr Wapnick, si todo lo que veo desaparecerá significa que yo también, tal como me conozco, desapareceré. ¡Y después nos preguntamos por qué nos resistimos!

Nuestra existencia en estas tierras se sostiene en una idea muy simple. “Aquello que pienso de mí es verdad”. La constante y benévola práctica del perdón, ponerme en contacto con mis sentimientos desde la honestidad más profunda, es lo único que me permite entender que ¡mis creencias son el problema!

Existe otra forma de ver todo. Absolutamente todo.
Pero esta forma tiene un precio.

Dejar de lado la víctima en mí, la justa, la culpable, la inquisidora, todos esos personajes nutridos por “acumulación de defensas”.
Dejar de lado la creencia de que la defensa es una certera protección.
Dejar de lado todo eso y permitir una nueva percepción.

Una percepción que sea reflejo de la belleza y esplendor del Cielo.
Y esa percepción nace en mí. Está en mí. Ahora.

Cierro los ojos y en mi interior descubro el Amor, mi Fuente, mi Ser, mi Identidad.
Toda la paz está en mis manos y en mi corazón para que la conserve y la comparta – me parece escuchar.

Hoy elijo ver un mundo perdonado en el que todo lo que veo me muestra la faz de Cristo y me enseña que lo que contemplo es mío, y que nada existe, excepto Tu santo Hijo. (L-pII.269.1.5)

Abro mis ojos.
Todo lo que veo.
Todo lo que veo refleja mis pensamientos.
Dios está en todo lo que veo.

Bendiciones,
patricia
Milagros en Red