En el mismo momento que comenzamos a dar nuestros primeros pasos con Un Curso de Milagros, en ese mismo momento entramos a un nuevo mundo.
En sus páginas se encuentran talladas las herramientas que nos permitirán contemplar este mundo bajo una luz complemente nueva, diferente. Este nuevo mundo es un mundo de amor inmutable, de paz imperturbable, de júbilo apacible. Este nuevo mundo, vale recordar, ya existe en tu interior. Ha existido desde siempre y así permanecerá.
Y par entrar en este mundo, no se necesita fe. No se necesita certeza.
Sólo se necesita un poco de voluntad.
Y par entrar en este mundo, no se necesita fe. No se necesita certeza.
Sólo se necesita un poco de voluntad.
¿Voluntad para que?
Para reconsiderar, para cuestionar cada creencia que abrigamos.
“Soy Espíritu”.
Para reconsiderar, para cuestionar cada creencia que abrigamos.
“Soy Espíritu”.
Todos, sin excepción, todos sabemos que esto en verdad.
Pero cuando la experiencia que tenemos en este mundo nos conduce por caminos sinuosos, cuando tenemos que luchar para conseguir algo, la idea de “ser espíritu” se desvanece sin dejar rastro.
¿Por qué?
Simple. Miramos este mundo a través de unos ojos que no ven la verdad.
Por esta razón construimos interpretaciones, percepciones, pensamientos acerca de lo que este mundo es y no es, lo que debe ser y no debe ser.
Simple. Miramos este mundo a través de unos ojos que no ven la verdad.
Por esta razón construimos interpretaciones, percepciones, pensamientos acerca de lo que este mundo es y no es, lo que debe ser y no debe ser.
Estos pensamientos tienen un nombre en el Curso: “pensamientos que pienso que pienso”.
Este juego de palabras pretende captar nuestra atención para que tengamos bien en claro que esos no son nuestros pensamientos reales.
El mundo de Un Curso de Milagros se encuentra más allá de estos pensamientos.
Debajo de todos los pensamientos insensatos e ideas descabelladas con las que has abarrotado tu mente, se encuentran los pensamientos que pensaste con Dios en el principio. L-pI.45.7.1
Practicar Un Curso de Milagros significa ir más allá de estos pensamientos y permitir que lleguen hasta nuestro corazón nuestros pensamientos reales, que son aquellos que pensamos con Dios.
Esos pensamientos son la Voz de Dios en nosotros, que se encuentran allí, en la inalterable paz de nuestra mente, aguardando pacientemente a que llegue el instante en el que nos abriremos a la Presencia de Dios.
Esta Presencia nos enseñará un nuevo mundo, un mundo en el que no existe nada excepto el amor ya que “No tengo pensamientos que no comparta con Dios.
El mensaje de Un Curso de Milagros contiene una promesa.
Todos recordaremos que somos un solo Ser, unidos a nuestro Creador, uno con cada aspecto de la creación, y dotado de una paz y un poder infinitos. Pero tal cual señala el Curso, “hay que contemplar el mundo de otra manera, si es que se han de aceptar Sus promesas”.
Elijamos ahora contemplar el mundo desde la Luz para que hoy se cumpla la promesa de la Palabra de Dios.
Bendiciones,
Patricia
Milagros en Red
1 comentario:
Haces que lo difícil de entender sea completamente fácil, hermoso y simple, tal como es la Verdad. Gracias por iluminar tan lindo.
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