martes, noviembre 02, 2010

El Bienestar Del Mundo

Érase una vez un granjero que cultivaba trigo.

Era un trigo tan espléndido que siempre recibía galardones. Todos los años se presentaba en la feria local de cereales y todos los años ganaba el premio al mejor grano.

Un buen día, el reportero de un conocido diario mantuvo una entrevista y así fue como aprendió algo verdaderamente interesante acerca de la modalidad de cultivo del galardonado granjero: compartir las semillas de trigo con todos sus granjeros vecinos.

- ¿Cómo es que usted comparte su mejor semilla con sus vecinos, siendo que ellos compiten con usted es la feria local todos los años? – preguntó el atónito reportero.

- ¿Me pregunta por qué? ¿Acaso no lo sabe? El viento dispersa el polen del grano maduro y lo esparce campo tras campo. Si mis vecinos granjeros cultivaran un trigo de inferior calidad, la polinización cruzada continuamente degradaría la calidad de mi propio grano. Si quiero cultivar un buen grano, debo ayudar a mis vecinos a cultivar un buen grano.

El reportero inmediatamente supo que ese hombre estaba muy conciente de la profunda e inevitable interconexión de la vida. Su cultivo no podía mejorar a menos que también mejorara el de sus vecinos, amigos y competidores.

Y esto mismo ocurre con nuestra vida.
Aquellos que elegimos vivir en paz debemos ayudar a nuestros amigos y vecinos a vivir en paz.
Aquellos que elegimos llevar una vida sostenida en principios y valores debemos auxiliar a otros que han tomado esta misma decisión.
El valor de una vida se entiende correctamente por la suma de todas esas otras vidas que ha tocado y transformado para bien.
Nuestro bienestar está íntimamente ligado al bienestar de todos.

Un Curso de Milagros nos dice que

        "De tu aprendizaje depende el bienestar del mundo" (T-22.VI.10.1)

Recordemos entonces que los medios para alcanzar esto ya nos han sido provistos.
Y que no requieren esfuerzo alguno por nuestra parte.
Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

martes, septiembre 28, 2010

Embajada De Paz


El pasado viernes 17 de septiembre tuve la bendición de participar de un evento distinto, esperanzador, milagroso.



En el recinto del Senado de la Nación Argentina se entregaron distinciones a hombre y mujeres de la ciencia, el arte y la espiritualidad, honrándolos como Embajadores de Paz. Tuve la bendición de estar allí por ser colaboradora de Creando Tu Vida, un espacio que ha sido reconocido como embajada de paz.



Ese heterogéneo grupo reunido, desde remotos lugares del globo, tenía un sello universal inconfundible. Cada uno, desde su lugar, ejerce su significativa influencia en el mundo a fin de trascenderlo, y abandonando todas sus miserias, encaminarnos hacia una nueva humanidad.



Algunos buscan un dios de antaño, otros un dios moderno pero todos sabemos de un profundo e innegable llamado a la transformación.
Más allá de las discrepancias en nuestras personalidades e intereses, una certeza compartida nos recuerda que este cambio tendrá como cimiento la genuina hermandad, el respeto mutuo. Para expresarlo en una sola palabra, amor.



Hemos heredado un sistema opresivo, uno que proviene de nuestra mente. Esta forma de pensar ha consumido el mundo, dejándolo, dejándolos exhaustos.



“Los humildes heredarán la tierra… porque todos los demás habrán muerto por su propia espada”, señaló una vez jocosamente un conocido pensador. Y sin hacer mucho esfuerzo, podemos resumir todos los nombres de esa espada en un solo: resentimiento.



El momento ha llegado y finalmente la verdad ha amanecido: cada vez que obramos desde el amor, creamos un espacio para que una alternativa, una nueva forma de pensar alboree en nuestro corazón.



Marianne Williamson explica esto con su habitual genialidad al señalar que al igual que Cenicienta, quien retuvo su zapato de cristal aun después de la magia; nosotros también conservamos un recordatorio de nuestro Hogar en Dios, esperando el momento adecuado para renacer.



El momento ha llegado. Es hora de permitir que esos pensamientos inspirados, iluminados, guíen nuestros pasos en dirección a la paz. Es hora de permitir que esa Presencia en nosotros transforme los corazones afligidos, abatidos, fatigados.
Nuestra tarea es entonces simple: que la paz se manifieste en nosotros de formas prácticas, significativas, benéficas.

Participar de la entrega de la Bandera de la Paz en el Senado de la Nación Argentina, lugar emblemático de estos últimos tiempos, arena donde se han librado batallas implacables, es símbolo del advenimiento de una época milagrosa.


Para esto solo es necesaria la certeza.
La certeza es la cuna de los milagros.
Y así serán realidad aquellos pensamientos del pensador francés:



Después de haber conquistado los vientos y los mares, la gravedad y las mareas, llegara el día en que aprovecharemos las energías del amor. Y ese día por segunda vez en la historia del mundo, la humanidad habrá descubierto el fuego. Teilhard de Chardin

Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

lunes, junio 14, 2010

Blanca

Imaginemos un cristal que estalla en millones de fragmentos. Cada uno representa un aspecto de este mundo de sueños. Cada aspecto de la forma es parte de la Filiación. El tema es, tal como una vez leí, que estamos tan acostumbrados a mirar todos desde nuestro punto de referencia como personas, que nos olvidamos de incluir a ranas, plantas, rocas. De hecho, el Curso nos invita a recordar cuán sagrado es el más diminuto grano de arena, cuando se reconoce que forma parte de la imagen total del Hijo de Dios. Blanca, mi perrita de tantos años, también lo es.

Noté un deterioro en su cuerpito, un retraimiento en su habitual comportamiento y un análisis comprobó una enfermedad roja y letal como pocas. Nada dispara tanta culpa como la experiencia de decidir sobre la muerte de una mascota que, tal como señala Ken Wapnick, “no parece necesitar a Dios, parece necesitarnos a nosotros”. Pensar en cuándo y cómo debe morir, es una experiencia teñida de desconsuelo.

Por momentos parece algo demente el contenido de las charlas que mantengo con ella por las noches, cuando su esfuerzo por respirar se vuelve notorio en el silencio en la casa. El amor que me inspira ese cuerpito peludo y ahora tan consumido, no es menos real que el que siento por otras personas. “Todo está bien, Blanca. No tengas miedo. Te quiero. Te quiero mucho”.

La experiencia que se avecina me hizo recordar todas las perritas que tengo guardadas en mi corazón. Anoche recordé el nombre de cada una... y se los dije en voz baja a Blanca en un intento de asegurarle que no hay momento en el que el Amor no esté presente. Recitar el nombre de todas esas alegres colas ondeantes me ayudó a reconocer la interconexión de la Vida. Cada una de esas orejas, de esos ojos, de esas patitas son un dulce recordatorio, un atisbo, del vínculo que tenemos con nuestro Padre.

Ni una sola nota del himno celestial se ha perdido.
Seguramente Blanca me ayudará a comprender.
Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

lunes, junio 07, 2010

Un Nuevo Propósito

El Curso es enfático al afirmar que el mundo no existe. Como estudiantes, deben haber sido muchas las veces que nos preguntamos acerca del enorme esfuerzo para escaparnos. ¿Acaso nunca nos pareció que tratar de hacerlo podía verse como una manera de reforzar la mismísima idea de que el mundo y los problemas son reales?


Si hay algo que el Curso no nos pide es negar los efectos del ego. Nunca nos induce a pretender que el mundo no está ahí, que el cuerpo no está ahí. Lo único que nos recuerda, con paciencia y dulzura, es entregar el mundo y el cuerpo, entregar nuestras relaciones pasadas y presentes, entregar todo para que podamos abrazar un propósito diferente.


Observemos el mundo, no solos, nunca en soledad pero sí tomados de la mano de nuestro Guía. Observemos el mundo y nuestras reacciones hacia él. Al hacer esto, podremos identificar el contenido oscuro de nuestra decisión a favor de la condena. El Dr Kenneth Wapnick es categórico al recordarnos que de la única forma en la que podemos ponernos en contacto con el júbilo y la paz del recuerdo del Amor de Dios en nosotros es permitiendo que el contenido de nuestra mentalidad errónea sea deshecho. Una vez que nos embarcamos en esta jornada, el norte es la sanación y el camino es este mundo.

Si nuestra motivación es escapar del mundo en toda su vastedad relacional, la jornada parecerá interminable ya que estaremos obstaculizando la llegada del propósito de sanación, de santidad que el Espíritu está deseoso de comunicarnos.

Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

sábado, mayo 22, 2010

La Simplicidad De La Práctica

Creo que es vital repasar constantemente algunas de las cosas básicas que el Curso propone. Ser normal. Ken Wapnick suele repetir suele decir esto con frecuencia, en la esperanza de que algún día comprendamos de qué se trata esto de practicar una espiritualidad universal, bondadosa y consciente.

Por ejemplo, ser normal es no hacer lo que no quiero hacer. ¿Por qué enmarañar algo tan simple? ¿Por qué pensar que el Espíritu Santo habría de promover - e incluso auspiciar - una relación abusiva en aras del verdadero perdón? Ser normal significa retirarnos de toda situación opresiva a fin de encontrar un remanso desde donde poder elegir a favor de la sanación, en pro de la paz mental.

Ser normal significa no mirar un noticiero si hacerlo nos aflige. Algunos estudiantes suelen comentar que si no miran un noticiero están evitando las dolorosas lecciones que tienen que aprender… de la mano del dolor. Es como si olvidáramos que: 

         Para los maestros de Dios el daño es algo imposible. No pueden infligirlo ni sufrirlo. (M-4.IV.1:1-2)

Y si el sufrimiento es la experiencia - ya sea en una relación o mirando un noticiero - es amoroso recordar que estamos eligiendo el dolor físico o emocional como mecanismo para aliviar el dolor de nuestra mente, de nuestro corazón.
Por lo tanto, si la llamada es de sanación, ¿cómo es que llegamos a pensar que a través del dolor vamos a conseguir algo?
Frente a esto, lo que resta hacer es fácil:

          Examinemos en qué consiste el error, a fin de que pueda ser corregido, no encubierto. (T-26.VII.12.1)

El Curso nos pide sólo un poco de buena voluntad y mirar. Si miro, la luz del perdón me recordará que la devastación que veo es falsa. Si no miro, la verdad permanece oculta bajo la piedra angular del miedo.

          Y eso es todo. Añade algo más, y estarás simplemente desvirtuando lo poco que se te pide. (T-18.IV.6.1-2)

Los milagros son algo muy real y visible para los que los ponen en práctica.
Pidámoslos hoy llenos de esperanza.
Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

martes, marzo 02, 2010

Oracion Por Chile

Padre,
Hemos contemplado panoramas que nos infundían temor,
Hemos presenciado escenas violentas que nos lastimaron,
Hemos tenido pesadillas aterradoras que nos dejaron perdidos en lágrimas.
Pero ahora, en este mismo instante, recordamos Tu Voz
¿Qué es un milagro entonces, sino este recordar?

Y ahora, todos juntos y en particular unidos profundamente
con nuestros hermanos chilenos
Tu Espíritu transforma viejos panoramas en paisajes de paz y belleza,
Viejas heridas en cielos claros portadores de vida
Y oscuras pesadillas en dulce luz que se expande infinita
Brillando para siempre ante nuestra llegada.


Puedes unirte en esta oración por Chile o bien podes hacer aquello que te sientas llamado a hacer para que juntos recordemos que más allá de todo lo que podemos ver, hay un arco de luz dorada que nos contiene infinitos, santos y amorosos.

Bendiciones,
patricia
Milagros en Red

lunes, marzo 01, 2010

Ser Buena

Juntamos mucho dolor en nuestro corazón producto de los incontables esfuerzos de tratar de ser buenos.

Para muchos, esto es una especie de un trato, un “tira y afloja” bastante extraño con dios. De alguna manera pensamos que si somos muy, pero muy buenos y nos esforzamos mucho mucho en ser cada día más buenos, entonces dios nos va a recompensar con su amor, con su presencia y su protección. El propósito de todo este regateo es tratar de ser buenos, lucir santos y espirituales. Y el propósito de dios al aceptar este trato es el de evitarnos que nos pasen cosas malas. Y si hay un tema que el Curso examina con esmero, es el olvido de los dos pequeños inconvenientes que ese trato nos dispensa. El primero es que éste es nuestro regateo, no de Dios. ¡Dios no regatea!


No es éste un trato que Dios haya hecho, pues Dios no hace tratos. T-8.I.1:5


Dios simplemente nos ofrece todo su amor, sin importar si somos “buenos” o “malos”.

El segundo inconveniente es que ser “buenos” no tiene nada que ver con el Ser. El hecho de esforzarnos para ser buenos proviene unicamente del lugar donde los juicios y la falta de aceptación tienen su escondrijo.
Tratar de ser buenos implica que nosotros debemos encajar a la perfección en algún rol y hacer las cosas bien.
Tratar de ser buenos no es ser honestos con nosotros ya que en lugar de permitir que nuestro Ser fluya nos comportamos como la gente espera.


Pero, ¿y si nos damos cuenta que no podemos ser buenos todo el tiempo?

La respuesta natural es fabricar una relación con dios basada en el miedo, un miedo permanente acompañado de la culpa de no haber podido ser lo suficientemente buenos.
Y así entra en escena un nuevo problema, ese que nos hace creer que dios no cumple su parte del trato.


Cuando algunos de nuestros temores más temidos parecen materializarse en nuestras vidas, nos enojamos terriblemente porque habiendo tratado de cumplir con nuestra parte del trato, dios permitió que algo malo nos sucediera. Y en este punto, muchas veces nos alejamos de dios, llenos de ira y desesperanza.
¡Somos capaces de creer que dios ha fallado en cumplir su palabra!
¡Somos incapaces de sospechar que hemos sido nosotros quienes establecimos ese trato!
Otra vez, con dios no se negocia.

Creer que es posible obtener mucho a cambio de poco es creer que puedes regatear con Dios. T-9.II.11:2


Su amor es incondicional, no nos protege de aquello que tememos, ya que al hacerlo estaría haciendo nuestro temor real.
A veces, en mis horas oscuras, me parece que Dios me toma de la mano y me dice:

Déjame llevarte más allá de este temor. Esta es una oportunidad de ver las cosas de otra manera. Esta es una oportunidad para que sueltes todo aquello que tanto te ha lastimado y hacer un poco de lugar en tu corazón para Mi Amor.


Déjame reemplazar cada uno de tus temores con Mi Paz. Voy a estar ahí, al lado tuyo, mientras contemplas cada uno de tus miedos, no para castigarte por no haber sido buena, sino para que puedas ver que tus miedos eran precisamente lo que impedían que sintieras cuán grande es Mi Amor por ti.

Mi propósito no es el de asustarte ni el de privarte de Mi Presencia. Mi propósito es el de recordarte que puedo ayudarte con aquello que tanto te lastima. Yo puedo reemplazar toda tu oscuridad con la Verdad. Entrégame todos tus miedos y yo los disolveré. No es necesario que seas buena, simplemente permítete Ser.


Pídeme que esté a tu lado y allí estaré, no porque seas buena, sino simplemente porque lo pediste.


Entiendo que estés cansada de tratar de ser buena, incluso a veces descorazonada de tanto tratar y casi sin darte cuenta te rebelas y ¡terminas haciendo cosas que ni siquiera querías!

Renuncia a todos tus intentos de tratar de ser buena, cada uno de ellos te aleja de Mí.
Renuncia a tus intentos de rebelarte en contra de este regateo insano. Es un regateo del que nunca participé.


Por favor, vuelve a casa.
Mi Amor nunca te ha abandonado.


Y así las promesas del Curso elevan nuestra voluntad hacia una nueva dimensión al recordar que

He aquí un trato en el que no puedes perder. Y lo que ganas es en verdad ilimitado. L-pI.98.6:4-6


Bendiciones,
patricia
Milagros en red

domingo, enero 24, 2010

Oracion Por Haiti



Padre,
En este sincero momento de oración
Cuando acallamos nuestras mentes
Y recordamos Tu Amor
Sabemos que Tu mundo no es éste,
En tu mundo no hay gente caminando sola y perdida
En tu mundo no hay luces artificiales
En tu mundo nadie pierde nada.


Pero sabemos que juntos, todos unidos
Y en especial con nuestros hermanos haitianos
Recorreremos la senda de regreso al Amor.
Tu Paz se extiende como un manto sanador
Y nosotros entonamos un himno de alabanza.
Cuya armonía desvanece toda aflicción del mundo.



Podes unirte en ésta o en cualquier otra oración por el pueblo haitiano y todos los voluntarios que allí cumplen con su labor humanitaria para que juntos recordemos que nuestro Padre nos conducirá a salvo a través de todos los peligros que este mundo nos presenta.
Bendiciones,
Patricia
Milagros en Red
http://www.milagrosenred.org/

sábado, enero 16, 2010

Un Nuevo Año

El inicio de un nuevo calendario despierta una voluntad que, por sobre todo, habla de cambios. Un Curso de Milagros también reseña este evento al invitarnos a hacer “que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo(T-15.XI.10.11).


El ego siempre, siempre percibe diferencias. Y las hace reales.
El Espíritu Santo también percibe diferencias. Y sabe perfectamente que son irreales.
Sabiendo esto entonces, utiliza las diferencias como mecanismo para ayudarnos a recordar que todas son iguales.


En un seminario, el Dr. Ken Wapnick explica esto mismo señalando que, en un nivel práctico, nuestra responsabilidad es recordar siempre que no tenemos intereses separados. Pero cuidado, el Curso no nos pide que neguemos las obvias diferencias físicas, psicológicas o culturales que son evidentes en el mundo.

Una práctica comprometida de Un Curso de Milagros nos invita a poner en marcha un proceso cuyo resultado permite que comprendamos desde la experiencia que nuestros intereses no están separados.


Por lo tanto, no se nos pide que neguemos las emociones o sentimientos que experimentamos. Sí debemos hacernos a un lado y observar el sistema de pensamiento que desencadena tal experiencia que, inexorablemente, nos hablará de separación, diferencias, juicios y ataques.

Entonces, ¿cómo hacer para experimentar el poder transformador de los milagros en mi vida cotidiana? ¿Cómo hacer para convertirme en un espejo inmaculado en el que la santidad de mi Creador fluya desde mí hacia todo lo que me rodea?


Fácil. La santidad está en mi corazón en donde me vuelvo uno con mi Padre, que sabe de Amor y cómo poderle fin a todo dolor, pesar o problema.
Cuando elijo volverme uno con mi Fuente, de manera natural sé qué hacer en el plano del comportamiento o de la forma, sé qué hacer de forma verdaderamente útil.

Esto es verdadera empatía ya que “procede de Aquel que sabe lo que es(T-16.I.4.1). Mi responsabilidad como obrador de milagros es elegir identificarme con ese Amor que vive, palpita y respira en mí.
Hacer esto es el fin del sufrimiento.
Hacer esto es hacer mi trabajo.
Hacer esto me permite “enseñarle al mundo que es uno contigo, sin predicarle ni decirle nada, sino simplemente mediante tu sereno reconocimiento de que en tu santidad todas las cosas son bendecidas junto contigo(L-pI.37.3.2).
Unirme con el Amor de Dios me permite experimentar que tú y yo somos Uno.
No estamos separados.
Te invito entonces a unir nuestras voluntades en este nuevo calendario diciendo todos los días, en cada momento de todos los dias,
Que no me olvide de que soy uno con Dios, en unión con todos mis hermanos y con mi Ser, en eterna paz y santidad (L-pI.124.12.2).


Bendiciones,
patricia
Milagros en Red
http://www.milagrosenred.org/