miércoles, diciembre 10, 2008

La Gratitud Y El Amor

La gratitud que el Curso nos pide que sintamos por aquellos que nos rodean, no guarda relación alguna ni con las buenas cosas que algunas personas hacen por nosotros ni con la cruel y despreciable manera en que algunas otras personas nos tratan.

Tratas de ser amable y de perdonar. Pero si no recibes muestras de gratitud procedentes del exterior y las debidas gracias, tus intenciones se convierten de nuevo en ataques. Aquel que recibe tus regalos los tiene que recibir con honor, o de lo contrario, se los quitas. L-pI.197.1 fragmentos

La gratitud que el Curso nos alienta a entender es aquella que nos permite ser capaces de ver en los demás un espejo de nuestro propio ser. Y cuando podemos verlo en todas las personas, sabemos con certeza que está en nuestro interior y que al cambiar mi mentalidad con respecto a esas personas, estoy cambiando en realidad mi mentalidad con respecto a mi misma.
Esta no es sino la fuente de la gratitud.

La gratitud y el amor van de la mano, y allí donde uno de ellos se encuentra, el otro no puede sino estar. Pues la gratitud no es sino un aspecto del Amor, que es la Fuente de toda la creación... El amor no puede recorrer ningún camino que no sea el de la gratitud, y ése es el camino que recorremos los que nos encaminamos hacia Dios. L-pI.195.10 fragmentos

Es imposible perdonar sin la amorosa presencia de Jesús o del Espíritu Santo cerca de nosotros.
La gratitud para con cualquiera de nuestros hermanos es imposible sin sentir al mismo tiempo gratitud para con Jesús o el Espíritu Santo. No podemos perdonar sin Jesús y sin nuestros hermanos, hermanos que representan la parte separada de nuestro ser, la parte que hemos expulsado de nuestro corazón.

Hasta que no comprendamos plenamente que nuestros hermanos no están afuera nuestro, que son de hecho parte nuestra, el Cristo en nosotros permanecerá oculto.

¿No sería más sabio alegrarte de tener en tus manos la respuesta a tus problemas? ¿No sería más inteligente darle gracias a Aquel que te ofrece la salvación y aceptar Su regalo con gratitud? ¿Y no sería muestra de bondad para contigo mismo oír Su Voz y aprender las sencillas lecciones que Él desea enseñarte en lugar de tratar de ignorar Sus palabras y substituirlas por las tuyas? L-pI.198.5

Bendiciones,
Patricia
Milagros en Red
http://www.milagrosenred.org/

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